Aísla con alfombras
Sírvete de alfombras y moquetas para mejorar el aislamiento de tu casa, ya que se estima que un buen aislamiento puede representar entre un 20 y 40% menos de consumo. Las alfombras también te ayudan a dar calidez a suelos “fríos” como los de mármol o porcelánicos.
No tapes los radiadores
Su ubicación ideal es bajo las ventanas porque el aire que se filtra ayuda a distribuir el calor. Sin embargo, evita tapar los con las cortinas u otros objetos ya que entonces “trabajan” más para calentar lo mismo. En consecuencia tampoco son recomendables los cubre radiadores.
Apaga el ordenador
Si no lo vas a utilizar en media hora lo mejor es que lo apagues, ya que el disco duro no se desgasta. Cuando se trate de intervalos cortos apaga la pantalla, que es lo que más consume. Ten en cuenta que cuando se activa el modo ahorro de energía su consumo se reduce al 15%.
Ventiladores todo el año
Los ventiladores de techo también son muy útiles en invierno. Como el aire caliente tiende a subir, al ponerlo en posición “invierno” las palas invierten su sentido habitual y desplazan el aire acumulado hacia el suelo. De este modo ahorras hasta el 30% de energía.
Cargadores solares
Para el teléfono móvil o el portátil, un cargador solar recarga baterías con coste cero energético. Los convencionales consumen entre 0,03 W (los más eficientes) y 0,5 W y su principal problema es que si se quedan enchufados sin aparatos siguen consumiendo.
No desperdicies agua
En el baño hay que tener muy claro que el inodoro no es una basura. No tires papeles allí y luego vacíes la cisterna. Para evitarlo, ten un pequeño cubo en el baño. Se calcula que un 30% del consumo de agua procede del inodoro y que cada persona lo descarga mil veces al año.
Con doble descarga
Los sistemas de doble descarga o de interrupción de esta son los más adecuados para reducir el consumo de agua. Si tienes una cisterna antigua, puedes adaptarlos sin problemas sin tener que cambiar todo el sistema. Están disponibles en tiendas de bricolaje o grifería.
Cuidado con las fugas
Se estima que un grifo que gotea desperdicia unos 35.000 litros de agua al año. Cuando detectes que pierde agua, cierra la llave de paso cuando no lo utilices. Puedes hacer lo mismo si tu inodoro pierde agua. Para detectar la fuga, pon unas gotas de colorante en la cisterna.
Cierra los grifos
Mientras te enjabonas en la ducha o te lavas los dientes no dejes correr el agua. En un minuto se desperdician unos 10 litros de agua. Asimismo, abre el grifo lo mínimo. Si te lavas las manos no necesitas todo el caudal de 20 litros por minuto, te bastan 6 litros por minuto.
La temperatura al instante
Una grifería bimando tarda casi un minuto en alcanzarla temperatura deseada, mientras que una termostática invierte dos segundos. Esto ahorra unos 80.000 litros de agua al año. Es posible sustituir el cartucho cerámico por un kit termostático y no tener que cambiar el grifo.
Instala aireadores
Instalar un aireador a la grifería es muy fácil, ya que se compran en la ferretería y se enroscan al caño del grifo. Este dispositivo mezcla aire con agua sin que eso afecte a la presión del agua y reduce un 50% el consumo. También hay rociadores de ducha con este sistema.
Reductores de caudal
Los limitadores de caudal se instalan fácilmente en la boca del grifo e impiden que este se abra más allá de un ángulo predeterminado. También pueden instalarse en la ducha. Así, el consumo de agua de los grifos pasa de 15 a 8 litros por minuto y el de la ducha de 20 a 10 litros.